Nació el 25 de julio de 1902. Estudió en un colegio de hermanas. Fue profesora de música, concertista de piano, también trabajó cómo Auxiliar de Secretaria en el Colegio Nacional. Tuvo un primer marido del que se separó y luego se volvió a casar con Florencio M. Parravicini. Tuvo una hija que de grande se fue a vivir a Montevideo, y tuvo dos hijos, es decir, dos nietos para Isabel. Respecto de su incorporación a la política contó que nunca había participado antes en ningún lugar. “Yo era muy ´canastera´. Jugaba a la canasta con tres señoras de mi amistad: la señora de Molina, Solveyra Casares y Sardero. Y en conversaciones me dijeron si quería participar del movimiento que se iba a crear que era de carácter y de obra social y cultural. Como la obra social siempre me agradó, porque mi madre lo hacía, acepté y me llevaron a conocer a la señora de Perón”. A partir de 1949 fue delegada censista en Jujuy, con la tarea de “hablar con la gente, conocer los problemas y necesidades de la provincia” y con la población más humilde. Fue con una vicedirectora de escuela que estaba jubilada, y ad honorem quiso colaborar con el partido. Ni bien llegaron se presentaron ante el gobernador Iturbe, le contaron de su misión y le pidieron que colaborara. Y a partir de ahí, organizaron el PPF provincial. La sede central la instalaron en unas tierras del gobierno donde se iba a construir un hotel para turismo social pero en el mientras tanto funcionó de básica. A partir de julio de 1951 fue enviada como subdelegada a Tandil. Allí se le comunicó que tenía la misión de armar el PPF. Después de las elecciones de 1951, a principios del 52, fue designada como delegada a Comodoro Rivadavia, durante un año, en reemplazo de Selfa Argumedo de Pedroza, quien había sido electa diputada nacional. Ahí trabajó en el local del PPF que pertenecía a YPF. Luego fue enviada como delegada a Río Negro por tres años hasta que Parodi le comunicó que sería candidata. Sin embargo, hasta julio del 55 tuvo que seguir viajando a Río Negro para preparar a quienes la reemplazarían en el PPF de esa localidad. Luego la designaron inspectora en todo el país pero contó que esto lo hizo poco porque se enfermó y porque a su marido no le gustaba que viajara sola. Su marido trabajaba en el ministerio de agricultura, estaba afiliado al Partido, y la acompañó cuando fue delegada en la patagonia. Renunció a su puesto en el ministerio poco antes del golpe. En la legislatura integró la Comisio´n de Asuntos Agrarios e In­dustrias. A partir de 1955 fue citada por la justicia, perseguida e interrogada.